Con la llegada del solsticio de verano, momento del año en que el Sol, en su movimiento aparente, pasa por uno de los puntos de la eclíptica más alejado del ecuador y en el que se da la máxima diferencia de duración entre el día y la noche y que en el hemisferio norte se produce hacia el 21 de junio, en casi todo el mundo se hacen celebraciones para festejar este hecho como un motivo de alegría.
En nuestro caso se celebra la noche del 23 de junio y es tradicional encender una hoguera donde, según dice la tradición, quemar cosas viejas y arrojar al fuego mensajes con buenos deseos, además de lavarse la cara en el mar.
En el Club de Mar, tradicionalmente lo festejamos con una verbena en la que se hace una moraga de sardinas y jureles y una barbacoa de carne.
Es una noche de ambiente social para toda la familia del Club, esperando que todos la disfruten.
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